Si creo que estoy perfecto, no tengo nada que cambiar.
Si creo que algo no estoy haciendo bien, tengo algo que mejorar.
Si estoy completamente convencido que no me equivoco, no tengo nada más que escuchar y que investigar.
Si tengo dudas, tendré que investigar y escuchar a los demás.
Me ha resultado difícil cumplir el reto planteado en esta parte del curso "Habilidades para la vida y alfabetización emocional". Con la pandemia, el estado de emergencia, el confinamiento, el reinicio de las actividades académica y finalmente la suspensión perfecta; he tenido que evitar que estos cambios constantes en mi entorno hagan mella a mi salud física y mental, para ello he cambiado mis rutinas, como en tres oportunidades. Este curso “habilidades emocionales de los docentes” ha sido también una oportunidad de cambiar rutina y aprovechar mi situación actual. No obstante, ajustándome al proceso trazado en este curso, mi reto con respecto a la adaptabilidad y optimismo lo expongo a continuación:
¿Qué hacer?
Dos en uno. Con respecto a la adaptabilidad, cambiar mi rutina orientándome hacia otras personas, específicamente a mis exalumnos, escribiéndoles una carta. Con respecto al optimismo, voy a resaltar sus aspectos positivos en dichas cartas.
Voy a escribir, durante 7 días, una carta por día a un exalumno, destacando las cosas que hacía bien y agradeciéndole su participación cuando compartimos cursos.
¿Cómo hacer?
Para ello voy a buscar en mis contactos, y base de datos personales, las direcciones electrónicas de aquellos estudiantes (en la institución que he estado prestado servicio el sistema de comunicación es mediante su plataforma, por lo cual, como docentes, solo en forma excepcional hemos accedido a los correos personales de los estudiantes).
Con respecto a la fecha van cuatro días de cumplimiento.
¿Cómo constatarlo?
Para verificarlo en una tabla se hará el cotejo (check list) de carta escrita, carta enviada y carta respondida.
De las cuatro cartas enviadas, una ha sido respondida con bastante cariño y con una fotografía de recuerdo que me ha llenado de alegría. Estoy a la expectativa de las respuestas a las otras cartas que he enviado y por su puesto las que quedan pendiente por redactar y enviar. No es fácil conseguir los contactos con los estudiantes, porque por el momento no tengo acceso a la plataforma digital de la institución educativa por estar en estos momentos sin carga horaria.
Siguiendo el modelo de las Ventanas de Johari, puedo decir que he salido de mi área oculta a mi área libre; como entorno personal de aprendizaje (PLE), he salido de mi área subdesarrollada (PLE potencial) a una área pública (PLE abierto).